El molino y la molienda, tan importante como el café y la cafetera.
Actualizado: 9 nov 2020
Lo que conocemos cuando nos acercamos a escoger un café es creer que tendremos
todo si conseguimos un café que no sea instantáneo. Da igual su calidad,
principalmente porque tampoco la sabemos medir, te dará igual si está molido, es
más, mejor si está molido porque es muy probable que aún no tengas molino. Pero
en este reportaje te queremos mostrar la importancia de tener un café fresco, recién
molido y no con cualquier molienda.

Con este reportaje es probable que te entregue uno de los mayores secretos de la
preparación de café, es que la molienda del café es tan importante que definirá el
sabor que este tendrá en tu boca. Pero, vamos por partes.
Antes de comenzar con los pasos para una gran preparación a través de tu molienda
es determinante saber qué método utilizarás, ya que el filtro que utilices también
dará una molienda inicial. Ejemplo: si en una prensa francesa usas una molienda
media o fina, lo más probable es que las partículas de café pasen a través del filtro
hasta tu café y te de una textura arenosa que no te gustará y así con cada método.
El primer paso en la molienda del café es saber que lo ideal es molerlo lo más
cercano posible al momento en que prepares tu café. Esto es necesario ya que al
momento en que lo mueles, el café acelera su proceso de desgasificación y comienza
su oxidación a un ritmo mucho más rápido y con ello se irán todas las agradables
notas que podríamos rescatar. Si no sabes a qué notas me refiero, es muy probable
que nunca hayas tenido café fresco en tus... tazas. Con esto podemos decir que
resolvemos el primer misterio de este artículo. Vamos por el segundo.
Tener una molienda adecuada al método en que prepararás tu café es el segundo
gran paso para tener un café que cree grandes emociones al momento de beberlo.
Esto está determinado a que el sabor entre ácido y amargo de tu café estará dictado
(entre otros factores) al tiempo que tarde el agua en pasar por tu café y hasta que
llega a tu taza. Mientras más rápido pasa, más acidez encontrarás en tu café. Por el
contrario, mientras más tarde en pasar el agua por tu café, más amago será tu café.
Por lo tanto, lo que debemos buscar a momento de preparar nuestro café es el
punto intermedio entre ácido y amargo. Y aquí la gran pregunta: Cuál es el punto
perfecto? No lo hay!. A un nivel de casa, el punto perfecto será el que más te guste a
ti, a tu familia o a tus amigos.
Una última cosa que me gustaría agregar es que este es un punto personal de como
tratar de dominar los sabores de tu café, ya que a pesar de que te he hablado de una
técnica, hay distintas variables con las que puedes jugar para determinar el sabor de
tu café. Ellas las trataremos en otros artículos para que cada vez sepas más de tu
café.
